Muchos conductores desconocen la existencia del filtro de partículas (FAP o DPF, por las siglas en inglés de diesel particulate filter) hasta que el coche les deja tirados o les aparece la advertencia de error o avería en el sistema anticontaminación.
En ese momento, por fin, les suelen explicar en el taller lo que no les explicaron al comprar el coche: que deben conducir a altas revoluciones y que conviene sacarlo de vez en cuando a la carretera para que los sistemas anticontaminación puedan ‘autolimpiarse’ mediante los ciclos de regeneración, como vimos en otro post del blog de BG Products.
¿Y qué pasa si el sistema no se limpia correctamente? Si el vehículo no alcanza la temperatura necesaria para que el sistema de regeneración funcione correctamente —incluso aun así—, el filtro de partículas acabará dando problemas con el paso de los kilómetros ¿Por qué?
Como ya hemos contado, durante la combustión no todo el combustible se quema. Tanto la gasolina como el diésel dejan residuos y se genera la temida carbonilla. Este residuo aparece porque el azufre y los metales generan un desecho muy resistente —capaz de aguantar temperaturas de más de 900ºC—que se adhiere a cualquier parte y obstruye todo a su paso.
Bien es cierto que los filtros DFP (o FAP) cada vez son más sofisticados y aunque el funcionamiento es similar, ahora están más cerca del motor para así contar siempre con una temperatura más elevada y prescindir en la medida de lo posible de las postcombustiones de la regeneración activa (en los últimos DPF, el propio filtro antipartículas se encuentra junto al catalizador y este está pegado a la conexión del turbo).
¿Sabe el coche que hay que limpiar el filtro antipartículas?
La ECU del vehículo es capaz de conocer cuándo el filtro de partículas está saturado mediante unos sensores que miden la presión antes de pasar a través del filtro de partículas así como la presión existente después de hacerlo. Con estas dos medidas de presión se calcula lo que se conoce como presión diferencial: cuanto mayor sea ésta, mayor volumen de obstrucción hay y es el momento de activar las regeneraciones.
Si estas regeneraciones se producen y no surten efecto, la centralita lanza el aviso relativo a la limpieza del filtro de partículas. Y lo habitual es que se active el modo de ‘Emergencia’ del motor.
La solución rentable de BG Products
Por tanto, al abusar de la conducción urbana y de los trayectos cortos se están abortando constantemente las regeneraciones activas y sin ellas, el correcto funcionamiento del filtro es casi imposible debido a la acumulación de partículas.
Y cuando se acumula una gran cantidad de carbonilla, esta se compacta, pasando a convertirse en ceniza y hollín, obstruyendo el sistema por lo que sólo nos quedan unas pocas opciones: la limpieza del filtro de partículas en máquina de aire y agua, o con ultrasonidos, descarbonización por pirolisis, su sustitución… o la alternativa rentable que propone BG Productos: el servicio de restauración del DPF y del sistema de emisiones.
La opción del cambio del filtro antipartículas es, sin duda, la más cara para el cliente por lo que es probable que pida alternativas (si las hay). Entonces, éstas se reducen a las limpiezas (sea por el método que sea), que implican operaciones de desmontaje, lo que aumenta el tiempo (y el coste) de la intervención; o a la descarbonización, que no siempre es conveniente. Además, en el caso de las limpiezas no habremos solucionado el problema: sólo retiraremos la suciedad pero ésta volverá a acumularse.
Sin embargo, con el servicio de restauración del DPF y del sistema de emisiones de BG Products ataca el problema real: una combustión deficiente y, como consecuencia, la acumulación de hollín y ceniza. Y es que limpiar un DPF de forma aislada solo aplazará el problema, no lo curará, mientras que con el servicio de restauración del DPF y del sistema de emisiones de BG Products conseguimos una limpieza completa desde la admisión hasta el filtro antipartículas.
¿Y cómo funciona?
Para llevarlo a cabo, el profesional del taller únicamente necesita la máquina de limpieza BG 12Q VIA PN 9300 y BG DFP & Emissions System Restoration PN 2581. Acoplada al sistema de admisión de aire, la química avanzada de PN 2581 dispersa efectivamente los hidrocarburos desde la admisión hasta el DPF para quemarlos y enviarlos por el tubo de escape.
El proceso, que controla el flujo de entrada de aire y la EGT (siglas en inglés de temperatura de los gases de escape) a niveles muy precisos, utilizará la química y el calor para limpiar la admisión, los inyectores y el DPF. Una limpieza posterior de los anillos del pistón restaurará la compresión para un ahorro de combustible óptimo y una reducción de la producción de hollín y ceniza.
Una vez realizado el servicio, que debe realizarse con una herramienta de diagnosis para mantener las rpm del motor, temperaturas y presiones en el sistema de escape, habremos restaurado la eficiencia del combustible y la potencia del motor, así como el rendimiento del filtro antipartículas, lo que reduce las emisiones contaminantes.
El servicio de restauración del DPF y del sistema de emisiones de BG Products es un ejemplo más de cómo BG Products y Guaja Trading ayudan a los negocios de mantenimiento y reparación de vehículos a generar más ingresos, optimizar sus recursos y mejorar su rentabilidad ¿Aún no nos conoces?