Recién estrenado el verano, llegado julio ha sido cuando hemos empezado a sufrir los rigores más severos de esta época del año en la que cambiamos la rutina habitual por otras rutinas que, aunque este 2020 no serán igual (piscina, barbacoas…) también las disfrutaremos.
Y es también en esta época en la que muchos conductores aprovechan para efectuar la revisión anual de su vehículo para ponerlo en forma de cara a las mayores exigencias del verano (calor, más desplazamientos…).
Una práctica habitual a la que este año se suman las revisiones ‘posconfinamiento’ que incluyen tanto los problemas surgidos por la inactividad de muchos vehículos como para prepararlos para la inspección técnica de vehículos, suspendida durante dos meses y que ha puesto al límite a las estaciones de ITV.
Incrementa el rendimiento de la revisión básica del verano
Para que, de ahora en adelante, puedas sacar mayor partido a las revisiones veraniegas, en ese post te damos algunas ideas que te ayudarán a aumentar tus ingresos relacionados con estas operaciones…
1. Revisión del sistema de refrigeración
Una de las intervenciones típicas de esta época es la del cambio del líquido refrigerante/anticongelante. Asimismo, una de las averías típicas de esta época es el sobrecalentamiento por fallos en este sistema.
De este modo, efectuar un servicio específico elimina el refrigerante antiguo, lo reemplaza con refrigerante nuevo y agrega acondicionadores que permiten que el refrigerante dure más tiempo, proteja mejor y se mueva más fácilmente por el motor. Y para ello, el taller puede confiar en la maquinaria y los productos de BG que ayudan a conseguir operaciones 100% efectivas… y rentables.
2. Revisión de la batería
Ni el frío, ni el calor: a las baterías no les gustan las temperaturas extremas. Por ello, no es de extrañar que el principal motivo de asistencia en carretera en verano, se deba a fallos en la batería. Así, el taller debe incluir la verificación de este componente en la revisión básica de esta época del año.
Además de comprobar la carga (y en su caso, reemplazarla), buscaremos indicios de corrosión en los terminales y las conexiones de los cables. En caso de no ser necesaria la sustitución, esta es la oportunidad para limpiar y proteger tanto los bornes como el cableado con productos adecuados.
3. Comprobación del sistema de A/C
En verano, los motores no son lo único que se sobrecalienta. Así, otra de las operaciones estrella es la comprobación del sistema de aire acondicionado. Una intervención que debe incluir el cambio del filtro de habitáculo (lo ideal es sustituirlo una vez al año). Con la revisión de este sistema, nos aseguramos de que el vehículo de nuestro cliente mantendrá fresco el aire del interior.
Para una operación completa, con el servicio de control climático eliminamos moho y hongos del sistema, inspeccionamos en busca de fugas y desgaste, limpiamos el evaporador para restaurar el proceso de enfriamiento y comprobamos las presiones del sistema. Asimismo, podemos añadir limpiadores fungicidas, bactericidas…, además de aceites que mejoran el rendimiento del compresor tanto para gas R-134a como para gas R-1234yf.
4. Filtros de aire y aceite
Además del de habitáculo, otros dos filtros adquieren relevancia en las revisiones de verano: los filtros de aire y aceite. El primero es el que evita que la suciedad que se levanta al conducir acabe en el motor y si hay una época en la que los vehículos están más expuestos al polvo y la arena esa es el verano. Será por eso que muchos conductores están acostumbrados a realizar su sustitución en este tiempo.
Asimismo, el cambio de aceite y filtro es otro de los ‘hits’ del verano: es la forma más sencilla de revitalizar el motor y por eso muchos conductores acuden a él en esta época. No obstante, en el taller sabemos que un simple cambio de aceite (y filtro) no es suficiente para restaurar las prestaciones del motor.
Es aquí donde el profesional del taller puede ‘prescribir’ BG Performance Oil Change. Y es que, con este servicio, los talleres incrementan su facturación al tiempo que mejoran la satisfacción y fidelidad de sus clientes, que comprobarán cómo se restauran las prestaciones originales de sus vehículos tanto diésel como gasolina.
5. Revisión de las correas
Correa de distribución, correa del ventilador, correa auxiliar o del alternador… Los motores montan varias correas con funciones clave, que en verano pueden ser más exigentes si cabe. Y un fallo en cualquiera de ellas puede acabar en complicaciones en el alternador, el ventilador o la bomba de agua, que podría desembocar en el sobrecalentamiento del motor y con el vehículo del cliente varado, algo que no suena bien se éste ha pasado por nuestro taller apenas unos días o semanas atrás…
6.- Revisión de los frenos
Los frenos (junto con los neumáticos) son los otros elementos ‘estrella’ de las revisiones en verano. Además de la comprobación de pastillas y discos, es clave que el líquido de frenos esté en perfecto estado. Recuerda que, por regla general, los fabricantes recomiendan su sustitución cada dos años o 40.000 kilómetros.
Siempre es buen momento para dar un plus a nuestros clientes cada vez que visitan nuestro taller. Por eso, es fundamental establecer relaciones de confianza para tener siempre clientes satisfechos. Y para ello siempre contarás con el apoyo de BG Products y Guaja Trading, los aliados de la rentabilidad de tu taller.