Los motores de inyección directa de gasolina modernos, como los propulsores TCE, GDI, THP y TFSI, entre otros, se caracterizan por un considerable incremento en sus prestaciones (par motor, potencia…) respecto a los tradicionales de inyección indirecta, con una reducción de las emisiones y una mejora de los consumos.
Sin embargo, estos propulsores, como ya hemos visto en el blog de BG Products, tienen también sus inconvenientes. Uno de ellos es que acumulan una cantidad mucho mayor de carbonilla en el sistema de admisión, principalmente, en las válvulas. Esto hace que el conductor note una pérdida de potencia, un motor irregular al ralentí o un aumento en los consumos.
Y es que, en este tipo de motores, los depósitos de carbonilla se acumulan en la parte posterior de las válvulas y en los sistemas de admisión de aire. Esto se debe a la colocación del inyector dentro de la cámara de combustión ¿Y es posible eliminar esta suciedad? Sí, aunque requiere una fórmula diseñada específicamente para abordar los depósitos del sistema de inyección.
¿Por qué se acumula tanta carbonilla en los motores GDI?
En primer lugar, el aceite al alcanzar cierta temperatura, empieza a emanar vapores que contendrán carbonilla del propio aceite, situación que se va agravando con el deterioro paulatino del lubricante, y más si se retrasa su sustitución. Y aunque estos vapores son succionados por el motor y añadidos al proceso de combustión, consumiéndolos, esto da como resultado una contaminación más rápida de las partes del motor por donde circulan esos gases, como el colector y las válvulas de admisión.
Otro factor que hace que el sistema de admisión de los motores de GDI se contamine rápidamente, es el hecho de que estos propulsores no se ‘limpian’ con la gasolina, ya que el combustible se inyecta directamente en la cámara de combustión. En los sistemas de pulverización previa a la válvula (inyección indirecta), la gasolina limpia constantemente la válvula haciendo que los residuos no se acumulen.
¿Y cómo podemos limpiar en el taller esa suciedad y recuperar la potencia del motor?
Gracias a BG Products, podemos afrontar la limpieza del sistema de admisión/ inyección directa de gasolina de hasta tres formas distintas.
OPCIÓN 1.- Por un lado, podemos realizar, como parte del servicio del sistema de combustible BG, una limpieza altamente efectiva de todo el sistema de alimentación gasolina y de admisión gasolina, gracias a la herramienta BG 22 VIEW VIA® y los limpiadores del sistema de admisión PN 260 BG Air Intake and Valve Cleaner y del sistema de inyección PN 201 Fuel Injection & Combustion Chamber Cleaner.
OPCIÓN 2.- Otra posiibilidad sería con el Kit Platimun de limpieza de Admisión e Inyección que, mediante la herramienta BG Platinum, que dispersa un limpiador de alta potencia (PN 261 BG Platinum Air Intake, Valve & Combustion Chamber Cleaner) y, en combinación con BG Platinum 44K (que se vierte directamente en el depósito de combustible), consigue una correcta atomización en puertos, válvulas y cámaras de combustión.
OPCIÓN 3.- Y la alternatvia más sencilla para el taller (y también la más económica para el cliente) vendría de la mano de BG Aerosol Carbon Eliminator, el eliminador de carbonilla que elimina los depósitos y otros contaminantes que se acumulan en los sistemas de admisión gasolina.
Cómo funciona BG Aerosol Carbon Eliminator
Si bien con este aerosol, fácil de usar y que no requiere maquinaria específica, no acometeremos una limpieza tan profunda que con los dos métodos anteriores, obtendremos resultados realmente sorprendentes, ya que limpia, lubrica y protege la mariposa de admisión, el cuerpo del acelerador, las válvulas de control de aire y demás componentes, sin dañar el catalizador o el sensor de oxígeno (sonda lambda).
Una vez que el motor alcanza su temperatura normal de funcionamiento, se apaga, se retira el conducto de admisión y se vuelve a arrancar. Aceleramos 2 veces el motor y lo dejamos al ralentí. Entonces pulverizamos BG Aerosol Carbon Eliminator directamente sobre la placa del acelerador en intervalos de 5 segundos con un período de descanso de 15 segundos entre pulverizaciones.
Después, aceleramos brevemente el motor una vez por minuto a 3.500 rpm y dejamos que el motor se recupere a ralentí entre pulverizaciones hasta que se vacíe el aerosol. Esto es importante ya que la aplicación de limpiador sin períodos de descanso puede sobrecalentar el catalizador y/o provocar daños en el motor. Una vez hayamos terminado, apagaremos el motor y volveremos a conectar el conducto de admisión, para realizar una prueba dinámica del vehículo durante unos 20 minutos para eliminar todo el limpiador restante.
Para que el resultado de la operación sea óptimo, conviene cambiar el aceite y el filtro después de este servicio.
Todas estas soluciones que mejoran el rendimiento y la potencia del motor son buenos ejemplos de cómo BG Products y Guaja Trading ayudamos a los talleres a generar más ingresos, optimizar sus recursos y mejorar su rentabilidad con operaciones que, además, consiguen clientes satisfechos ¿Aún no nos conoces?