Muchos profesionales del taller habrán experimentado cómo un cliente llegaba a sus instalaciones, aprovechando una visita para cualquier intervención o bien precisamente porque estaba preocupado, lamentándose porque había notado “últimamente” un aumento del consumo de carburante sin motivo aparente. “¿Por qué puede ser?” preguntaba el cliente…
Como sabemos, existen varias posibles causas que pueden motivar un incremento repentino en el gasto de combustible en propulsores diésel. En este post, veremos las más comunes y cómo BG Products ayuda al taller a solucionar algunas de ellas…
¿De dónde puede venir un consumo excesivo en los motores diésel?
Sistema de inyección/alimentación
Que la causa de un consumo excesivo de gasóleo esté en el sistema de alimentación y/o inyección parece lógico. Unos inyectores sucios u obstruidos que no permitan la correcta pulverización del combustible y, por tanto, el correcto proceso de combustión, puede ser una de las principales causas, y de las más fáciles de solucionar.
Y es que BG 245 Limpiador premium del sistema de alimentación diésel de BG Products incorpora detergentes de nueva generación diseñados para limpiar los depósitos más resistentes, como los que se acumulan dentro de los inyectores de los sistemas common rail de alta presión. Así, BG 245 disuelve y elimina los depósitos de carbonilla que se forman en el sistema, incluyendo inyectores y cámaras de combustión, por lo que está especialmente indicado para motores common rail e inyectores que trabajan a altas temperaturas.
Otras causas que incrementan el consumo pueden ser fugas en las diferentes juntas del sistema o, en los antiguos inyectores mecánicos, que la aguja no cierre bien.
Los sistemas anticontaminación
La EGR y el FAP son dos focos clásicos de averías, sobre todo, en motores diésel, y como tal, también dos posibles responsables de un aumento en el consumo. Una válvula EGR obstruida, total o parcialmente, implica que recirculen gases de escape cuando no deben, por ejemplo, cuando se demanda toda la potencia del motor. Así, los gases de escape calientan el aire fresco de la admisión, provocando una pérdida de eficiencia y un aumento del consumo.
¿Es posible eliminar los depósitos que acaban saturando la válvula EGR? Sí, gracias a BG Products y sus limpiadores de válvulas EGR que suavizan y eliminan los depósitos de carbonilla de la válvula EGR, el enfriador y las vías EGR que conducen al colector de admisión, sin necesidad de sustitución.
En cuanto al filtro antipartículas o FAP, son varias las causas por las que se puede llegar a saturar, lo que provoque que cada vez sea más difícil que la regeneración se realice de forma completa, lo que redunda en una mayor necesidad de fases de regeneración activa, en las que se requiere más combustible para poder alcanzar la temperatura necesaria para dicha regeneración.
Para recuperar las prestaciones del filtro antipartículas, BG Products ofrece al taller el servicio de restauración del DPF y del sistema de emisiones. Este servicio utiliza BG 12Q VIA, ™ PN 9300, para calentar el limpiador BG DPF & Emissions System Restoration PN 2581 e introducirlo por la entrada de aire para eliminar los depósitos acumulados.
Otras posibles causas de mayor consumo en los diésel
Un mantenimiento deficiente
Ese inexplicable incremento de consumo se puede deber también a un mantenimiento descuidado, como un olvidado filtro del combustible. De ahí que, desde BG Products recomendemos sustituirlo a los intervalos indicados por el fabricante (de 30.000 a 60.000 km, dependiendo del modelo).
Dos posibles causas más por un mal mantenimiento: un filtro de aire sucio que impida la correcta respiración del motor, o un aceite viejo o que no cumpla las especificaciones del fabricante. Éste no lubricará de forma correcta, lo que se traduce, entre otras cosas, en una mayor fricción que elevará el consumo (y provocará, además, un desgaste prematuro del propulsor).
Fallos en los sensores
Un fallo en el caudalímetro también aumenta el consumo. Si este sensor envía un valor incorrecto de flujo de aire a la ECU, la cantidad de combustible a inyectar no será la adecuada, por lo que el consumo puede aumentar. Igualmente, una pequeña fuga en los conductos de admisión supone una pérdida de aire, con el consiguiente desajuste del sistema.
Cualquier otro sensor también puede ofrecer valores erróneos, como el de temperatura del líquido refrigerante (o incluso un funcionamiento defectuoso del propio termostato), lo que implica que ese motor no trabaje a la temperatura óptima y aumente su consumo.
Neumáticos, poleas, compresor del A/A…
Una presión de los neumáticos excesivamente baja implica un mayor consumo al generar más fricción. Asimismo, cualquier polea del motor que no gire libremente supone un freno para su giro, o incluso un compresor del aire acondicionado en mal estado. Así pues, también es buena idea revisar todos estos puntos.
Como has visto, BG Products y Guaja Trading ayudamos a los negocios de mantenimiento y reparación de vehículos a generar más ingresos, optimizar sus recursos y mejorar su rentabilidad con operaciones que, además, consiguen clientes satisfechos ¿Aún no nos conoces?