Como propietarios de un coche, asumimos que podemos confiar en el comportamiento de nuestro automóvil. Confiamos en que los frenos lo detengan cuando pisamos el pedal correspondiente. De hecho, la mayoría de las personas no saben realmente cómo funcionan los frenos. Dejan eso a los ingenieros. Después de todo, pagamos mucho dinero para disfrutar de esa sensación de seguridad.
Ese desconocimiento no deja de ser algo que puede cambiar, negativamente, el comportamiento del sistema de frenos si no le prestamos atención.
Por eso me gustaría que supieras más sobre el funcionamiento de este sistema fundamental para tu seguridad y la de los demás. También sobre los efectos que sobre los frenos tienen el paso del tiempo y los kilómetros recorridos. De un vistazo rápido, el sistema de frenos no parece demasiado complejo. Pisas el pedal, el coche se detiene. Así de simple. Pero los frenos son uno de los sistemas de tu vehículo que trabaja en las condiciones más duras. Tienen que ser capaces de detener un automóvil de dos toneladas en cuestión de segundos. Eso es bastante parecido a detener a un rinoceronte. Teniendo en cuenta la tremenda cantidad de fricción que se necesita para lograr que el vehículo se detenga, no es sorprendente que el líquido de frenos reciba una paliza.
Al igual que el rinoceronte, el líquido de frenos tiene una capa de “armadura” para protegerlo. Esa capa, que tienen todos los líquidos de freno, son los aditivos. Algunos son mucho mejores que otros. Los paquetes de aditivos incluyen algunos elementos bastante poderosos como los inhibidores anticorrosión, antidesgaste y antioxidantes. Estos aditivos son cruciales para la fiabilidad de tus frenos.
Sin “armadura”, sin aditivos, el sistema de frenos es vulnerable…
Cada vez que presiona el pedal del freno, aumenta el calor en el sistema de frenos (alta fricción = alto calor). Este calor hace que el líquido de frenos se expanda. Cuando después se enfría y se contrae, aspira aire exterior. Si en el aire hay humead, ésta entra en el sistema.
Y eso es un problema. ¿Por qué? El líquido de frenos es higroscópico. Es una palabra elegante, científica, que significa que le gusta el agua. A nivel molecular, el líquido de frenos atrae la humedad. A medida que la humedad se acumula en el líquido de frenos, el punto de ebullición disminuye. Si su fluido no puede tolerar altas temperaturas, es menos probable que haga un buen trabajo protegiendo los componentes del freno.
Sí, lo leíste bien. El tiempo es un asesino de frenos.
Piénsalo de esta manera: la mayoría de los corredores populares cambian de zapatillas cuando están se han desgastado. (A menos que estén siendo perseguidos por un rinoceronte de dos toneladas, en cuyo caso, ¿quién tiene tiempo para los cambios en el calzado?) Un corredor inteligente reemplaza los zapatos para correr cuando el soporte y la estabilidad comienzan a deteriorarse. Lo mismo ocurre con el líquido de frenos. Cuando la “armadura” deja de proteger el fluido y la corrosión del cobre se vuelve demasiado alta, eso significa que el líquido de frenos ya no funciona como debería. Es hora de reemplazarlo.
El sistema de frenos trabaja duro. Detener a un rinoceronte varias veces al día, todos los días, parece un trabajo difícil. El líquido de frenos no fue hecho para ser destruido. Fue hecho para hacer su trabajo hasta que no pueda más. Y cuando eso sucede, debes poner líquido de frenos nuevo (aproximadamente cada dos años).
Por Michael Belluomo
Technical Service Manager
30 años de experiencia en tecnologías de combustibles y lubricantes