¿Algún cliente de tu taller te ha comentado que su vehículo no funciona tan bien como antes? Incluso si no hay nada obviamente “mal” en el motor y ha estado bien mantenido en el tiempo, con sus cambios de aceite y otros ajustes regulares, esta caída en el rendimiento puede ocurrir.
Por lo general, comenzará a notar un aumento del consumo de combustible, que el vehículo no tiene tanta potencia de salida o respuesta en la aceleración, y/o que el escape está emitiendo más emisiones de lo que probablemente debiera.
¿Y cuál es la causa? Es muy probable que el motor simplemente necesite ser limpiado, y eso es exactamente lo que hace (extremadamente bien, por cierto) BG Engine Performance Restoration, del que ya te hablamos cuando tratamos los fangos del motor.
Conoce un poco más sobre por qué un motor debe limpiarse con un producto como BG EPR y qué puedes hacer para recuperar el rendimiento del vehículo de ese cliente.
Depósitos en los motores y su efecto en el rendimiento
Los depósitos en el motor son causados por pequeñas cantidades de combustible sobrante que pueden permanecer en distintos componentes. Por ejemplo, el combustible puede evaporarse y quedar atrapado en los puertos de combustible. Y, más comúnmente, el combustible que se rocía en las válvulas de admisión en un sistema de inyección de combustible hará que se acumulen depósitos.
Una pequeña cantidad de combustible sobrante no causará un problema por sí misma, pero si se multiplica con el tiempo, se convertirá en depósitos duros. Estos depósitos conducen a una disminución del rendimiento. Para deshacerse de estos depósitos, se debe utilizar un agente limpiador.
¿Cómo funciona BG EPR?
Los motores de los vehículos modernos funcionan a temperaturas muy altas y los intervalos en los cambios de aceite son más largos que en los turismos y camiones más antiguos. Mientras que estos vehículos ofrecen enormes mejoras en potencia, manejo y características generales, el aceite del motor está sometido a mucha tensión, lo que provoca grandes depósitos que obstaculizan los anillos del pistón. Así, los sistemas de inyección directa de gasolina son muy susceptibles a estos depósitos.
BG Engine Performance Restoration ablanda, disuelve y emulsiona estos depósitos de combustible en unos 10 minutos. Asimismo, BG EPR también es lo suficientemente sensible como para limpiar ‘micropasillos’, lo que significa que los componentes hidráulicos como los actuadores y, para algunos vehículos, los turbocompresores se pueden limpiar y mantener adecuadamente.
BG EPR es ideal para sistemas de combustible de inyección directa de gasolina, ya que las válvulas de admisión también se limpiarán de depósitos.
De esta forma, la próxima vez que un cliente solicite un cambio de aceite ofrece como complemento BG EPR, con el que logrará restablecer la potencia y el consumo de combustible que se supone que tiene su vehículo.
¿Y qué pasa con los motores diésel?
Los motores diésel también sufren la acumulación de depósitos, lo que conduce a una disminución en su rendimiento y en la economía de combustible. Específicamente, los motores diésel acumulan depósitos de hidrocarburos y hollín, lo que puede reducir la vida útil de los componentes.
Si bien varios factores contribuyen a la acumulación de estos depósitos, muchos de los problemas pueden atribuirse al inyector de diésel que rocía combustible en los cilindros. El filtro de partículas diésel es un área donde también ocurre esta acumulación.
Antes de concluir, cabe recordar la importancia que tiene hacer saber a nuestros clientes el impacto negativo que tiene el etanol en sus vehículos. Recuerda: toda la gasolina en España, como contábamos en un post anterior, está mezclada con etanol en algún grado.
Puedes obtener más información sobre BG Engine Performance Restoration en su ficha técnica. Y si tienes alguna pregunta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.