Todo profesional del taller sabe que el cambio de aceite es vital. No en vano, el lubricante forma una capa entre las piezas del motor que reduce su desgaste, garantiza su buen mantenimiento y, a la larga, una mayor vida útil. Además, el aceite ayuda a mantener limpio el motor porque arrastra las impurezas, y favorece su enfriamiento, ya que lubrica anillos, pistones, cilindros, cigüeñal…, conservando una temperatura óptima de servicio.
Entonces ¿necesita el profesional del mantenimiento y reparación de vehículos más argumentos para convencer a sus clientes de la importancia de realizar esta operación cuanto marcan los fabricantes de sus vehículos? Claramente, no. De ahí que sea clave, como apostamos en BG Products, la labor de ‘formación’ y ‘pedagogía’ del taller para ‘enseñar’ a sus clientes aspectos esenciales del mantenimiento de sus vehículos, que favorecen buenas prácticas que, además, les ahorran dinero evitando averías.
Una labor de asesoramiento que, además, fomenta relaciones de confianza, que no sólo consiguen vínculos duraderos, sino para permiten que nuestros clientes sean nuestros mejores ‘embajadores’ y nos prescriban entre su círculo familiar, de amistades…
Consecuencias de no cambiar el aceite y los filtros
Y uno de los elementos básicos en los que el profesional del taller debe incidir en ese ejercicio de ‘pedagogía’ es recomendar el cambio de aceite (y filtro) cuando toca. No en vano, se expone al vehículo a problemas muy serios como:
- Mayor desgaste de las partes metálicas del motor.
- Taponamiento del filtro del aceite por la acumulación de suciedad.
- Ruidos por falta de lubricación del motor (ruidos metálicos, de los taqués…).
- Roturas de casquillos de biela, que necesitan el aceite para disminuir al máximo su rozamiento.
- Arqueos de levas.
- Y, en el peor de los casos, el gripado del motor por el aumento de la temperatura en el propulsor.
Por no hablar del problema añadido de los lodos (o fangos) que se pueden acumular en el motor…
Cómo los lodos ‘matan’ al motor
Con el tiempo, la exposición al calor y a impurezas provoca la oxidación del aceite, lo cual supone un cambio a nivel molecular. En lugar de viscoso (lo adecuado para cada motor), el aceite se vuelve pastoso, los contaminantes se adhieren a él fácilmente y acaban obstruyendo el filtro. Además, el aceite envejecido también pierde su capacidad de tolerar el calor y comienza a quemar los componentes que se supone que debe proteger.
Los componentes del motor están diseñados para deslizarse suavemente entre sí. Sin embargo, el lodo se adhiere a todas las superficies metálicas calientes, por lo que esos elementos comienzan a friccionar.
Los ‘senderos’ del aceite en el motor son extremadamente pequeños. De hecho, algunos son tan pequeños que se conocen como ‘micropasillos’ o ‘micropasajes’. Con los fangos obstruyendo los componentes en movimiento, estos ‘micropasillos’ se convierten en pasadizos casi inexistentes. Y si el aceite no llega a las partes críticas a las que está destinado a proteger, los componentes sufrirán, catastróficamente, pues a mayor calor, mayor fricción y, por tanto, mayor daño al aceite y al motor.
Un caso real…
A continuación, traemos al blog de BG Products un nuevo caso real de las nefastas consecuencias que tiene no realizar los cambios de aceite en los intervalos recomendados y cómo un taller no sólo mejoró el arranque y la aceleración del vehículo de una clienta. También, evitó una costosa avería, aplicando una solución tan sencilla como rentable para el negocio:
“Recientemente llegó a nuestras instalaciones una clienta con un Nissan Murano de 2015, que tenía un problema muy grave de humos al arrancar y una pesada aceleración. La clienta no había cambiado su aceite en más de 25.000 millas (40.000 km).
Cuando nuestro técnico estaba inspeccionando el vehículo, notó que el aceite era muy oscuro y espeso. La acumulación de lodos (parecía pasta de dientes negra) era desastrosa en la culata y llegaba al tapón del aceite.
…Y la solución de BG Products
Realizamos dos servicios con BG Advanced Formula MOA® y BG EPR® Engine Performance Restoration® al vehículo, con dos cambios de aceite. Con ello conseguimos reducir los humos, pero aún tenía un problema de aceleración. La cosa no se veía bien para nuestra clienta y nos estábamos quedando sin opciones sobre cómo solucionar el problema sin que tuviera que hacer frente a una reparación costosa.
Llamamos a nuestro experto de BG y le contamos el problema. Fue entonces cuando nos presentó el Servicio de restauración dinámica del motor de BG y lo que podía hacer para solucionar el problema. Mostramos la opción a la clienta y nos dio luz verde para realizar el servicio.
Una vez completado, quedamos asombrados con los resultados. Inspeccionamos el interior de la culata y parecía una culata nueva. Probamos el vehículo varias veces y dejamos pasar una noche para inspeccionarlo a la mañana siguiente para ver si el vehículo echaba humo al arrancar en frío y no lo hizo.
Devolvimos el vehículo a la clienta y seguimos en contacto con ella días después para ver si todo había seguido yendo bien con el vehículo. Ella estaba muy contenta con los resultados y muy agradecida”.
BG Dynamic Engine Restoration Service
Y es que BG Dynamic Engine Restoration Service elimina, en cuatro pasos y tanto para motores diesel como de gasolina, el lodo y el barniz del aceite, restaura la compresión, reduce las emisiones y el consumo de aceite, y mejora la potencia general y eficiencia del motor. Todo ello siendo totalmente inofensivo para la bomba de aceite, así como los sellos y juntas del motor.
El Servicio de restauración dinámica del motor de BG es un ejemplo más de cómo BG Products y Guaja Trading ayudamos a los talleres a generar más ingresos, optimizar sus recursos y mejorar su rentabilidad con operaciones que, además, consiguen clientes satisfechos ¿Aún no nos conoces?