Este 2020 se va a llevar muchas cosas por delante, algunas de ellas irreparables. En lo que a los negocios de reparación se refiere, el cese forzoso de la actividad ha supuesto en mazo en su línea de flotación.
Todo esto, en lo más evidente. Si vamos un poco más allá, a la letra pequeña. vemos como el confinamiento ha coincidido con una época del año en la que suele haber un pico de trabajo previo a la Semana Santa, que este año no se ha podido aprovechar. Asimismo, las operaciones estacionales de primavera tampoco se han realizado hasta ahora.
Con las medidas de confinamiento en plena relajación, la mayoría de los talleres han retomado su actividad o están a punto de hacerlo. Y es que, aunque sea con menor flujo del deseable, los clientes están volviendo a los talleres para realizar esas reparaciones y mantenimientos que se habían quedado también en cuarentena, o bien han surgido en este tiempo…
Sea como fuere, desde el taller podemos animar a nuestros clientes a revisar sus vehículos tras semanas de inactividad. Una estrategia que puede ser efectiva para recuperar el pulso del negocio e incrementar las operaciones, algo esencial en estos momentos.
Revisión poscuarentena
Tras semanas de confinamiento severo, con miles los coches que apenas se han movido (ni tampoco revisados), el taller puede jugar su baza y animar a sus clientes a revisar su coche para ponerlo a punto para la desescalada.
Más, teniendo en cuenta que la movilidad también algo menos restringida y que, además, muchos usuarios optarán por el vehículo particular en lugar del transporte público para moverse. Así, podemos poner en marcha una campaña de revisión de elementos básicos.
No en vano, son varios los elementos del vehículo a los que prestar atención tras varias semanas de parón: batería, neumáticos (pérdida de presión, posibles deformaciones), escobillas limpiaparabrisas, alumbrado (¿alguna lámpara fundida?)…
A ello podemos añadir dos de esas operaciones estacionales que han pasado desapercibidas: revisión del sistema de aire acondicionado y sustitución del filtro de habitáculo.
En este sentido, recuerda que BG Frigi-Fresh está especialmente formulado para eliminar bacterias, hongos y suciedad del sistema de climatización.
Comprobación de los fluidos
No. no nos hemos olvidado. Otro aspecto muy importante de estas semanas de confinamiento son los fluidos, especialmente su estado y nivel. De este modo, otro punto, cuando no el principal, sobre el que el taller debería dirigir el foco de sus clientes está en la revisión del nivel del aceite de motor o de la trasmisión, y de los líquidos refrigerante o los frenos, incluso del limpiaparabrisas.
Todos ellos pueden haber sufrido una bajada de nivel (¿ha detectado tu cliente alguna mancha sospecha bajo su vehículo?). Así, conviene revisar todos los niveles, rellenar cuando toque o, incluso, reemplazarlo si ha llegado el momento.
También aquí puedes contar con las soluciones que pone a tu disposición BG Products: aceites para transmisión, líquido de frenos…
En cuanto al aceite, si ha bajado excesivamente el nivel o presenta un color muy oscuro, puede ser el momento de cambiarlo (sino es que por kilometraje ya toca y se ha retrasado su sustitución). Entonces, el taller puede recomendar BG Performance Oil Change, la forma práctica, y rentable, de restaurar el comportamiento del motor.
Operaciones rentables: más allá del cambio de aceite
Y es que con el servicio cambio de aceite BG Performance Oil Change, conseguimos limpiar adecuadamente el sistema de lubricación del vehículo, aumentando la compresión en el motor. Además, mejoramos las propiedades en el aceite nuevo, neutralizando los ácidos, y evitando su evaporación.
Y, al mismo tiempo, añadimos un producto al sistema de combustible que permitirá, de forma rápida y eficaz, limpiar todo el sistema de alimentación ¿El resultado? Operaciones rentables que devuelven a los motores sus prestaciones y rendimiento originales, optimizando su consumo y eficiencia, y consiguiendo clientes más satisfechos.