Cambiar el aceite es una de las operaciones más realizadas en cualquier taller por lo que el profesional puede pensar que sabe todo lo que debe saber sobre los lubricantes y, así, poder transmitírselo a sus clientes en esa función pedagógica que debe desplegar y que tan buenos resultados ofrece al taller a corto y a largo plazo.
Sin embargo, ¿realmente sabes todo lo que debes saber? Recordar algunas conceptos básicos, no estará de más…
¿Qué hay que saber del lubricante?
En primer lugar, el profesional siempre utilizará el tipo de aceite que recomienda el fabricante para cada motor. Así, es preciso conocer si es sintético, semisintético o mineral; monogrado —un único grado de viscosidad— o multigrado —sus componentes permiten que se haga más denso en verano y más fluido en invierno—…
Poner un aceite equivocado en el motor puede provocar un aumento del consumo de combustible, ruidos anómalos, rotura de retenes y, en general, daños internos muy importantes.
El primer dato que figura en el envase de cualquier lubricante clasifica el sistema por estándares de procedencia: API (Instituto Americano del Petróleo) y SAE (Sociedad de Ingenieros de Automoción).
Atendiendo al valor API, encontramos dos letras que nos indican para qué ha sido creado el aceite; la primera es la letra S, para motores gasolina o C, para los diésel. La segunda especifica la calidad del aceite, subiendo de nivel por orden alfabético alcanzando los valores más altos SN en gasolina y CJ-4 en diésel.
Existen lubricantes universales que son óptimos para el uso en los motores diésel así como a gasolina. Tienen un etiquetado doble, por ejemplo, CН-4/SJ.
Luego está el nivel o índice de viscosidad, basado en la clasificación internacional de la SAE. Atendiendo a esta clasificación, encontramos hasta once tipos de aceite de motor diferentes desde 0 a 60w y que a su vez, se dividen entre aceites de invierno y de verano.
No obstante, los tipos de aceite más utilizados por los vehículos actuales son los denominados aceites multigrado, que, como decíamos antes, son capaces de mantener un índice de viscosidad adecuado tanto a altas como a bajas temperaturas.
Así, el nivel de viscosidad se marca mediante dos números y la letra W (de Winter–Invierno). Por ejemplo, en el aceite 5w30, el 5 correspondería al índice de viscosidad a bajas temperaturas y el 30 a la temperatura normal de funcionamiento del motor (aproximadamente 200°F/100°C).En detalle, en esa primera cifra —a la temperatura mínima a la que un aceite de motor conserva su viscosidad en óptimas condiciones—, un índice de viscosidad 0W significa que mantiene sus propiedades hasta los -35ºC; un 5W, hasta los -30ºC; un 10W, hasta los -25ºC; un 15W, hasta los -20ºC; y un 20W, sólo hasta los -15ºC.
Entonces ¿qué es la viscosidad del aceite?
La viscosidad es la resistencia o capacidad de un fluido para fluir, en este caso, a través de un motor. Cuanto más espeso (más viscoso) sea un aceite, más lento fluirá. Y, como decíamos antes, la viscosidad de un aceite se ve afectada también por el clima.
¿Y por qué importa tanto?
Esencialmente, los números y las letras describen las diversas condiciones en las que el aceite aún puede lubricar el motor correctamente. El aceite más ‘fino’ es ideal para el funcionamiento a temperatura fría/arranque en frío. Y, a la inversa, cuanto más espeso es un aceite, mejor es para temperaturas altas. Es menos probable que se evapore en temperaturas abrasadoras.
¿Existe otra clasificación?
También existe la homologación de la ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automoción) que clasifica los aceites aprobados en las categorías siguientes:
- A. Para los motores de gasolina. Después de una letra sigue una cifra que indica el nivel de sostenibilidad ecológica y la viscosidad en ciertas condiciones. En esta categoría entran tres clases: А1, А3 y А5. Las cifras 1 y 5 indican que estos productos son energéticamente eficientes. El resto es similar a la clasificación API: a más alta cifra, mejores características de uso.
- B. En esta categoría están los lubricantes para coches de turismo y vehículos comerciales de pequeño tamaño que funcionan con gasóleo (motores diésel). También se dividen en clases: В1 y В5 son energéticamente eficientes, В3, В4 son convencionales.
- C. Lubricantes para motores de gasolina y diésel de vehículos con sistemas de postratamiento (filtros de partículas, sistemas SCR con AdBlue, catalizadores…). Los lubricantes correspondientes se denominan Low SAPS por su bajo contenido en cenizas sulfatadas, fósforo y azufre. Los límites son distintos según el sistema de tratamiento y las necesidades de los motores de cada fabricante.
- E. Los productos marcados por esta letra están elaborados para los motores diésel de camiones pesados y vehículos de uso especial. Los que tengan una marca E1 se consideran eficaces, los demás son convencionales.
¿Qué recomendar en el taller?
El uso de lubricantes de calidad asegura mejores prestaciones de uso durante más tiempo por lo que ese es el mejor consejo que desde el taller se puede ofrecer a un cliente, siempre dentro de los aceites homologados para el motor de su coche.
En este sentido, BG Products ofrece BG SAE 5w30 PN 737, un lubricante 100% sintético para vehículos ligeros diésel y gasolina, que cumple o excede la mayoría de las especificaciones de rendimiento europeas, incluyendo ACEA C2-08 (2008), ACEA C2-10 (2010), ACEA C2-12 (2012), ACEA C3-08 (2008), ACEA C3-10 (2010), ACEA C3-12 (2012), ACEA A5 / B5-04, API SN, CF API, MB-229.51, así como las de Volkswagen VW50200 (2005), VW50500 (2005), VW50501 (2005), la BMW Longlife-04, Porsche, GM Dexos 2, y la PSA Peugeot Citroën B712290.